Cuba

VIAJAR SOLA Y DE MANERA RESPONSABLE EN CUBA

Te gustaría viajar sola a Cuba y sin organizar tu viaje con antelación? Has elegido el mejor lugar para viajar por libre y esta guía te va a venir genial para vivir tu experiencia sobre la marcha. Lo que más guardo en mi memoria no son los monumentos y los museos que he visitado, sino lo que he oído por la calle, las escenas de vida cotidiana que he visto y vivido, las conversaciones que he tenido con las personas y las auténticas aventuras que Cuba me ha regalado. Pensarás que esto pasa en cualquier viaje, pero ir a Cuba te permite romper los esquemas y sumergirte en una realidad que no has vivido nunca. Para explicar mejor lo que quiero decir es importante entender que en Cuba conviven dos mundos paralelos, el local y el de los turistas, y esto hace que no se parezca a ningún país que hayas visitado antes. Por un lado, si viajas como turista conocerás el encanto del centro de las ciudades, con fachadas recién pintadas y calles limpias, restaurantes con el menú del día con aspecto europeo, hoteles all inclusive y coches de colores para alquilar. Por el otro lado, si decides acercarte más a la vida local encontrarás otro tipo de encanto, el de los palacios y edificios decadentes, pasear por la calles y espiar las casas de las personas que dejan las puertas abiertas (porque siempre hay gente que entra y que sale), las fiestas que se montan de repente en la calle con un estéreo y la acera como pista de baile, los buses petados, la sanidad y la educación pública, la gente que te mira a los ojos y dedica tiempo a hablar contigo. Te invito a dejarte llevar por la experiencia y a vivir la Cuba de los cubanos, la que todavía no se ha contaminado por el turismo capitalista. 

Aquí te dejo algunos consejos de viaje si quieres moverte sola y quieres viajar de manera responsable.

ES SEGURO VIAJAR SOLA A CUBA?

Sin dudas es un lugar seguro para viajar sola. Puede que los primeros días si viajas sola te sientas más cómoda comiendo en restaurantes más refinados y yendo a bares más turísticos o viajando en buses para turistas.  Pero mi consejo es que te adentres poco a poco en la cultura local y verás que es una pasada. Aquí te dejo algunos consejos para ello:

  • llevate ropa cómoda y de algodón, ya que el clima puede ser bastante húmedo según la temporada. Mejor si es ropa vieja, por si durante el viaje quieres comprar algo y dejar algo en el camino, o por si la quieres donar
  • si utilizas la copa menstrual, llévate alcohol en gel para limpiarte las manos, junto a una botella de agua y unos clinex para lavar la copa. Si utilizas tampones y compresas te aconsejo llevarlas ya que la calidad allí va a ser peor (lo mismo vale para los preservativos)
  • Ten en cuenta que si vas sola por la calle, recibirás muchas miradas y “piropos” por parte de chicos que querrán conocerte: solo es cuestión de poner límites con asertividad si te sientes incómoda. No te cortes en decir NO si algo o alguien no te hacen sentir bien. Por lo contrario, siéntete libre de conocer a chicos si así te apetece. Recuerda, tu y solo tu decides
  • descárgate mapas en el movíl, visto que no tendrás conexión durante la mayoría de tu estancia
  • Sumérgete en la noche cubana a ritmo de son 
Disfrutando de un paseo sola en el Malecón

CÓMO VIAJAR DE MANERA RESPONSABLE

En países que basan gran parte de su economía en el turismo, como es el caso de Cuba, nuestras decisiones como turistas pueden afectar más de lo que pensamos. Es por eso que deberíamos viajar de forma consciente para fomentar la promoción y el desarrollo de las comunidades locales y apoyar los pequeños establecimientos, con el fin de disminuir el turismo de masas, la construcción de grandes instalaciones de turismo y ocio, y, en general, no basar nuestro viaje en los  valores típicamente consumistas (entre otras cosas). Aquí te dejo algunos consejos para vivir Cuba de manera responsable, local y más barata:

  • Dormir en casa de familias locales: Alojarse en una casa particular es la mejor ocasión para convivir con una familia cubana y ayudar a la economía local.  Hay una red muy estrecha entre las familias que alquilan sus habitaciones, por lo tanto al reservar la primera noche en una casa particular, la familia te dará el contacto de otras personas; el boca a boca es la mejor manera de tomar contactos, no solo para el alojamiento sino también para moverse de una ciudad a otra con coches compartidos. Es muy fácil encontrar casas autorizadas a hospedar a extranjeros, en cuanto poseen una imagen azul en algún lugar del frente de la casa, mientras que las casas autorizadas a hospedar solo cubanos tienen la misma imagen pero de color rojo. Las habitaciones se suelen pagar en CUC al llegar, y varían de 15 a 30 CUC por persona. Otras opciones de alojamiento son Airbnb, que ahora está funcionando bastante bien, y Booking por los hoteles. En couchsurfing no hay prácticamente ninguna opción para alojarse en cuanto en Cuba es ilegal hospedar a alguien en tu casa sin tener una licencia. Yo alojé en La Habana en el “Hostal Mirella para mochileros”, muy sencillo pero ideal si viajas sola y quieres conocer a gente joven. Mirella fue muy amable y me dió un listado de alojamientos en otras ciudades.
  • Comer en sitios locales: la gastronomía cubana no es de mis favoritas y en mi opinión no hay mucha variedad, pero es una comida sencilla a base de arroz, frijoles, plátano frito, pollo u otra carne, que te da energía y te mantiene en forma durante el viaje. Además, si te alejas de los restaurantes del centro y de los caros Menú del día al estilo europeo, podrás descubrir sitios más auténticos donde comen los cubanos y donde podrás pagar en CUP. Lo más bonito para mí era compartir la barra con otras personas (lo cual termina la mayoría de las veces en alguna conversación), o ver lo que la gente pedía y como se tomaba su hora de descanso para comer. Lo que siempre despertaba mi curiosidad era fijarme en la conformación y la decoración del lugar: nunca podía definir con exactitud si te trataba de una taberna o de la casa de alguien, a veces eran lugares muy sencillos de paredes blancas y otras había detalles muy personales.Por lo tanto, ¡siempre eran lugares singulares y absolutamente únicos!
Un chiringuito en La Habana vieja
  • Si es verdad que la comida no es nada del otro mundo, ¡los desayunos en las casas particulares suelen estar riquísimos! Zumos y café, fruta de todo tipo y sandwiches, eran mi motivación para levantarme y el carburante para empezar el día
  • Viajar con las dos monedas existentes: el CUC (peso convertible) y el CUP (peso local o peso cubano – vale 25 veces menos que un CUC). Viajar con las dos monedas te permitirá entender y controlar la equivalencia y poder elegir con qué moneda pagar. Muchas cosas, como el alojamiento, tendrás que pagarlas en CUCs, pero el transporte y la comida local tienen precios en CUPs, y será más fácil de gestionar aunque al principio podría resultar un poco lioso. En cualquier caso, puedes cambiar tu dinero en cadecas o casas de cambio oficiales
  • Aprovecha el viaje para desconectarte del móvil: para ser honesta, no te quedan muchas más opciones! La conexión es floja y los puntos de wi-fi público/plazas con wi-fi no son muchos. Para poderse conectar, es necesario comprar una tarjeta TECSA (cuestan 1,50 CUC la hora si los compras en los edificio TECSA o en algunos hoteles). Otra forma es conectarse directamente al llegar a la plaza, donde hay cubanos (fáciles de reconocer porque están sentados con el teléfono en la mano) que se encargan de conectarse internet al móvil, pero en este caso el precio asciende a 3 CUC a la hora
  • Ir en almendrón o máquinas en vez que los normales taxi o bicitaxi: además de ser más baratos, son auténticas experiencias donde gente distinta sube y baja del coche cuando quiere y da al taxista lo que él diga (no hay contador ni nada del estilo) 

Compartir un viaje en coche es toda una aventura!
  • Prepárate para hacer colas… y muy largas. Debido a la escasez de algunos productos y servicios, en horas punta probablemente tendrás que esperar en fila. Aprovecha para entablar conversación con alguien de allí o simplemente tomarlo como con tranquilidad, porque estás de vacaciones!
  •  Ir al ritmo de los cubanos: olvídate del plan de viaje que hiciste en tu casa y del listado detallado con todas las cosas que quieres hacer en tu día a día, acepta los ritmos más lentos y pausados de la cotidianeidad cubana y entrégate a ella!
Calma tu rutina y disfruta de un ritmo de vida más lento

Y sobre todo, relacionate con la gente local! Los cubanos están abiertos a cualquier conversación y entretienen con su espíritu alegre, su positividad y su picardía. Hay muchas cosas que aprenderás sobre su cultura y su vida cotidiana, y hay otras cosas que seguirán siendo un interrogante, pero forma parte de lo que fascina de Cuba: la vida es aparentemente muy sencilla pero no la acabarás de entender.

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